miércoles, 13 de mayo de 2009

Virgen de Fátima

Hoy 13 de mayo es día de la Virgen de Fátima. Sí, es un día especial, poderoso, en que pueden suceder cosas maravillosas, sólo hay que tener fe.

Recuerdo que cuando iba en la secundaria, en un colegio de monjas y además, exclusivo de señoritas, nos hacían rezar diariamente el rosario a las 7 am. Como yo nunca he sido muy puntual que digamos, llegaba a las 7:30, entonces de castigo me tocaba rezar 2 rosarios. Y ni así he aprendido a rezarlo de memoria, jaja, siempre tengo que guiarme con un librito.


Bueno, decía esto porque en aquél entonces lo rezábamos con temor y las monjas nos leían los secretos de la Virgen de Fátima. Era la década de los 80's, la guerra fría en su apogeo, siempre nos decían que el anticristo ya estaba entre nosotros, teníamos que arrepentirnos y creer porque en cualquier momento, Rusia o EEUU o incluso Japón, oprimirían aquel botón rojo que exterminaría el planeta completo.



Y nosotras, un grupo de niñas pubertas, asustadas por la posible explosión, rezábamos entre lágrimas. Oh! Si en aquél entonces hubiera existido el Internet, nos estaríamos riendo de la situación. Pero eran otros tiempos, y justamente entonces, era la edad de la inocencia.


Bueno, la cosa es que no sé por qué, seguro porque sí tengo mucha fe y me nace ser católica, pero me hice devota de la Virgen de Fátima. Yo no sé eso de sus misterios, secretos, revelaciones, bueno sí, sé porque tengo el librito con la historia, pero digo, es como el Apocalipsis en la Biblia, van un montón de generaciones diciendo que el mundo se acaba, y aquí seguimos.

Incluso hoy, con todo y la pandemia de la influenza porcina, ahora conocida en mi México lindo como virus A1H1 pues aquí estamos. Hasta que Dios diga ya, hasta aquí llega la humanidad y no porque lo decida un botón.


Es lo que nos está tocando vivir en este tiempo, si uno quiere buscar, encuentra y si uno quiere asociar lo que dice el apocalipsis o los secretos de Fátima con lo que está pasando actualmente en el mundo, lo va a encontrar. Y eso, seguramente llevará a la psicosis o como en mis tiempos que comparto, a rezar de una manera histérica, entre sollozos y miedo. No, así no se vive la fe, Dios es amor, no es temor.





En fin, yo prefiero quedarme con una anécdota verídica muy bonita que supe años después, en un libro sobre la vida de Su Santidad, Juan Pablo II. El día de su atentado, claro cuando el loco aquél le disparó en la Plaza de San Pedro, era un 13 de mayo.




Después de que el Papa salió del hospital pidió que le regalaran la bala que lo había herido y con la que habían querido quitarle la vida. Entonces emprendió un viaje a Portugal y se dirigió a Fátima, a ofrecerle ese regalo a la Virgen, pues el día fue significativo. El Papa decidió colocar la bala en la corona de la virgen y cuál va siendo su sorpresa y la de todo el mundo, cuando ve que la bala embona perfecta y exactamente en el centro de la corona, como si hubiera sido hecha para ajustarle. Hoy en día, la virgen conserva esa corona con la bala donde la puso Juan Pablo II. Es casi imperceptible.



¿Un milagro más? ¿Otra revelación de la Virgen? ¿O simplemente una prueba del amor de Dios con el rostro de la Virgen de Fátima, señal de que está con nosotros? Como dijo San Miguel Arcángel ¿quién como Dios? Sólo El sabe sus misterios y sus caminos. La fe, sigue siendo un camino seguro, aunque a veces extraño, pero seguro hacia Dios, ¿no creen?




El rezo del rosario para mí se convirtió, decía, en algo muy bonito. Diariamente anhelo rezarlo, a veces lo logro durante una semana, a veces lo comienzo en las noches, pero no lo termino. Pero en días como hoy, que son especialmente dedicados a una advocación de la Virgen, me late mi corazón y tendré que rezarlo en algún momento si no, no me siento tranquila.

Los misterios que más me gustan son los gloriosos y gozosos. Y sigo mi librito de siempre, porque no me los sé en orden, pero las aves marías y los padres nuestros más otras oraciones pequeñitas con las que adorno cada misterio, sí me los sé.

Tengo rosarios de lugares místicos, llenos de paz, ternura y amor. Suelo regalar rosarios para que las personas que quiero mucho y ocupan un lugar especial en mi corazón,

Y cuando lo rezo, pido para que Dios y la Virgen llenen la vida de estas personas muy queridas con estos sentimientos y bendiciones. También, como lo hacía desde niña, pido por la Paz del mundo.




Si tengo un problema, o estoy pasando por un mal momento, tomo un rosario y lo rezo. Y entonces, todo cambia. Suceden cosas muy simples, desde un respiro, una tranquilidad profunda, hasta una claridad mental que permite encontrar soluciones donde no las hay.


Cada vez que rezamos un rosario, nos unimos a una cadena de oración universal. Hay muchas personas que lo rezan diariamente, fervientemente y sus resultdos se traducen en una fuerza impresionante, porque desde lugares remotos están pidiendo por toda la humanidad en oración y sí, la oración tiene una fuerza poderosa.


Sinceramente, con la vida cotidiana llena de trabajo y poco tiempo, pues no puedo rezarlo a diario, pero al menos, digo una oración a la virgen y un ave maría. Pero el rosario completo, rezado así, tranquilamente, con las mejores intenciones de corazón, se convierte en una verdadera experiencia mística. Así que agradezco que si una vez lo recé con temor, eso no me privó de su maravillosa esencia y ahora, lo anhelo con gusto. ¿Te ha pasado esto a ti?