El rosario: rezo eficaz, poderoso ¿y de moda?

El rosario es la más tierna experiencia que podemos tener; sin embargo, quienes estudiamos en escuela de monjas, nos quitan la magia del encuentro cuando por los métodos de repetición/memorización y a la fuerza, hacen que los niños recen sin encontrarle el sentido.

Cuando niña me parecía interminable rezar 50 "aves marías", mi mente volaba a la segunda cuenta, y siempre olvidaba en qué iba. Pero un día, un padre me regaló un rosario tan bonito, de la Virgen del Carmen, olía a rosas, y su color como la cajita eran místicos. Ello me llevó a mi solita a buscar un librito con los misterios y rezar el rosario para mí, en mi cuarto, experimentando la calma, la paz y la tranquilidad de estar en comunión con la Sma. Virgen y Dios.

Crecí y las ocupaciones diarias me dificultan rezarlo como yo quisiera, diariamente. Hay un canal de TV que se llama María Visión y en punto de las 6 am y de las 11 pm transmiten el rezo del rosario. Es hermoso, pero de igual forma, o no puedo rezarlo completo porque se me hace tarde o bien, me quedo dormida. Lo que me gusta mucho es la parte en que inician el programa, con un aviso que dice: "EN ESTE MOMENTO USTED SE ESTÁ UNIENDO A UNA CADENA DE ORACIÓN. EL REZO DEL ROSARIO ES UNA PODEROSA FORMA DE UNIÓN CON OTROS SERES EN EL MUNDO Y CON DIOS".

Creo en eso fervorosamente y soy testigo de que cuando rezo el rosario, pasan cosas increíbles, y durante el rezo, siempre y cuando se haga con voluntad, con una firme dedicación de 15 minutos a Dios y a vivir su experiencia, entonces, abrimos la puerta para dejar que nos transforme, nos fortalezca y nos inunde de paz.


En las nuevas generaciones, he visto que se ha puesto de moda llevar un rosario en el cuello, incluso algunos llevan varios de ellos. Es una expresión de fe, pero bajo una perspectiva moderna. Es bueno que se vuelva una moda, pero que se reinvente, que se refresque. Ahora han salido rosarios de todo tipo, hay quienes los coleccionan de todo el mundo, de distintas advocaciones de la Virgen, de colores, de materiales, grandes, pequeños, miniatura.

En mi caso, cuando viajo siempre llevo un rosario, y suelo llevar otros más para regalar a quienes vaya a visitar. Es señal de amor, paz y buenos deseos, además uno nunca sabe cuando pueda necesitar del rezo del rosario, como decía, tan eficaz como poderoso.

Tengo varios rosarios de distintas partes del mundo. De mis más queridos: De la Virgen de Shoenstatt, de la Virgen de Lluc, de la virgen de Fátima, de Guadalupe, de Medjugorje.

Otra cosa que me llama la atención es la forma en que se reza el rosario. Según la edad y hábitos, se le agregan adornos. Si al principio en la escuela de las monjas me enseñaron que el rezo del rosario solo toma 15 minutos (y sí, así lo rezo yo), con adornos, canciones, meditaciones, etc. puede llevarse hasta una hora o más. En grupo, hay quienes parece que desean ostentar que saben más oraciones con la mayor cantidad de adornos que le agregan, mientras que el resto que va a responder, se queda impresionado de no saber tanto como el guía.

Creo que esto es uno de los pequeños riesgos de la fe, "presumir" quién sabe más, o quién recuerda más oraciones y responsos. Creo que lo fundamental siempre es lo que dice la Biblia: "Y cuando entres en tu habitación, cierra la puerta, y ahí en lo secreto, sin que nadie lo sepa, sólo Tu Padre, ora, y ora profundamente".

Claro, la oración es para Dios. El rosario permite lograr maravillas en nuestras vidas y en las de los demás. El reto está en concentrarnos desde el corazón y permitir que esas oraciones se unan a nuestras buenas intenciones. Si oramos por un enfermo de esa manera, recibiremos noticias de su mejoría, o recibiremos señales relacionadas con lo que hemos pedido. Siempre y cuando, nuestra intención vaya dirigida a Dios y no a la presunción, a la prisa, a la memoria o a la rutina.

Rescatemos el rezo del rosario, como señal de unidad, de hermandad y retorno a la fe de corazón.