domingo, 2 de octubre de 2011

Dios es mi proveedor


Es una buena costumbre, cada inicio de mes, agradecer a Dios Padre, Dios hijo y Dios Espíritu Santo por su Divina Providencia, esto es por la Abundancia y Prosperidad que derrama en nuestras vidas, a cada momento. Algunas veces, lo vemos evidentemente. Otras, no. Dios nos da lo que ya nos pertenece desde siempre, nunca nos quita, siempre nos da. Por eso, agradecer por todas sus bendiciones nos dispone a abrirnos para entrar en un camino de paz y de armonía que aumentará nuestra abundancia.

Por esta razón, cada primero de mes, acostumbro prender una veladora y rezar la oración de la Divina Providencia además de la oración de Shoenstat que nos permite reconocer a nuestro Padre como nuestro Proveedor de todo lo bueno y maravilloso que experimentamos cada día.



Oración a la Providencia del Padre (Shoenstatt)

Yo sé que Tú eres mi padre, en cuya providencia estoy cobijada. No quiero preguntar cómo me guiarás.
Quiero seguirte sin preocuparme. Y si pusieras mi vida en mi mano, para que yo misma la condujera, la regresaría con confianza filial otra vez a tus manos.

Tú sabes el camino para mí, Tú sabes el tiempo. Tú sabes el camino para mí y eso es suficiente. Amén.

No hay comentarios: